Consultado sobre la entrevista internacional que realizó Cristina Fernández de Kirchner, para Baraibar, la ex presidenta “está por encima del promedio de los políticos en Argentina. Mi impresión es que CFK realizó una extraordinaria defensa de sus puntos de vista, de su gobierno y su situación en el mundo. En la entrevista su interlocutor no fue el pueblo sino los jefes de estado de Rusia, China, América latina, incluso Estados Unidos. Ella se dirigió a un auditorio altamente selecto y de enorme poder”.

Baraibar señaló que Cristina “dio la entrevista porque se siente presionada por el chantaje mediático-judicial y de todo laberinto se sale por arriba. Por eso se expresó hacia el mundo. Nunca entró en consideraciones tácticas o coyunturales”; y agregó: “pese a no aparentar tener expectativas electorales, su presencia genera hechos políticos, a veces, mas allá de sus deseos. Esa es la densidad del peso específico de la ex presidenta”.

El fixture de agosto marca protestas ruidosas, marchas federales, actos sindicales en Ferro Carril Oeste y paros de CTA y CGT. “Es evidente que los melones se están acomodando. Estos ocho meses no pasaron en vano. El gobierno desplegó su espantosa danza macabra que constituye su programa. Como respuesta, los factores políticos y sociales del país comenzaron a desembolverse. En estos días hubo un extraordinario acto peronista en La Matanza. En el mismo se reunieron todos los sectores del movimiento. La realidad se impone. El Movimiento Obrero camina hacia la unidad y genera un futuro de lucha, sin complacencia y arreglos“, dijo el escritor y periodista.

Consultado sobre el futuro de este gobierno, Baraibar arriesgó: “yo no creo que el gobierno de Macri no termine su mandato. Lo que no sé es como hará para terminarlo. Estoy apostando a que esto sea por cuatro años, como todo proceso constitucional. Pero no se como hará para llegar a esos cuatro años“; y caracterizó al gabinete nacional: “son gerentes que vienen a aplicar un plan y les importa un pito todo. Queda claro cuando se lo escucha Mauricio Macri decir que los jueces tienen que dejar de ayudar a los trabajadores. No les importa un corno nada. Es un gobierno compuesto por gente muy mendaz”.

¿El pueblo aguanta esta situación? el autor de “Un sólo impulso americano” expresó: “pensemos que este gobierno tiene a su favor todo el sistema mediático oligopólico. Pueden decir cualquier mentira que no pasa nada. Hay periodistas dueños de un chupamedismo sin parangón. Ningún medio de prensa dice El Rey está Desnudo, pero en cualquier momento el pueblo se dará cuenta que no existe el traje de cristal. Por ejemplo, el precio del gas o la escasez de aceite. Se dieron cuenta que nunca hubo escasez de aceite en nuestro país. ¡En un supuesto modelo agro-industrial no podemos comprar tres botellas de aceite! Eso supera cualquier circulo cerrado que ponga la prensa”.

También hubo momento para la política internacional. De cara a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Baraibar reflexionó sobre la posibilidad del triunfo de Donald Trump: “los yankees tienen una cosa muy clara: matan a todos aquellos que salen del sistema. Trump es un asistémico. En Rusia lo ven con simpatía porque el tipo se pregunta porque va a apoyar a la OTAN. Dijo eso y tembló Europa”; agregó: “los políticos liberales argentinos creen que el mundo es Estados Unidos y lo que Estados Unidos dice que es. Tienen la visión de lo que conocen: Miami y Nueva York. Ninguno estuvo en Wyoming o cuando cierran las automotrices en Detroit. No conocen la Springfield de Homero Simpson. No conocen Estados Unidos pobre. Solo Miami, donde compran propiedades y van de vacaciones”.

Finalmente, en la charla hubo lugar para entrarle a un tema polémico como la cosificación hacia la mujer en el programa de Marcelo Tinelli: “Las artes escénicas siempre contuvieron contenidos eróticos tan esenciales para el género humano. Las críticas hacia un programa de entretenimientos tienen un tinte moralizante. La lucha de las mujeres por lograr igualdad jurídica, social y cultural pareciera estar teñida de una cosa pretenciosa y elitista vinculada al concepto de civilización. Porque si eso mismo sucediera en una opera y ballet entraría en los marcos del gran arte y la alta cultura. Como ocurre en un programa destinado al gran público, y por lo tanto se expresa con los contenidos de ese público, se expresa y maneja los valores de ese gran público, forma parte del mundo de la barbarie. Son todas pamplinas”.

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